miércoles, 13 de febrero de 2013

Comparativa de ajuste cambiario 1983-2013


Las medidas cambiarias y el cinismo neoliberal

Simón Andrés Zúñiga (Economista venezolano del SER) - www.aporrea.org

Salir criticando la devaluación desde la posición hipócrita de la derecha forma parte de su estrategia de sabotaje económico, y hay que enfrentarlos para evitar que siembren la confusión en las filas bolivarianas y en el seno del pueblo. Sin embargo, esto no debe cohibir la crítica desde las filas de la revolución, y de las organizaciones populares, hacía lo que consideramos una incoherencia recurrente en política económica. 

Los economistas que representan los intereses de los grupos económicos dominantes hicieron un aquelarre luego que el gobierno bolivariano anunciara la modificación de la tasa de cambio oficial de las transacciones que se hacen por CADIVI y, al mismo tiempo, anunciara la eliminación del SITME. Como brujas en éxtasis, vociferaban acusando al gobierno de aplicar un “paquete rojo”, y calificaron la fecha como “el viernes rojo”, para tratar de comparar las medidas con el programa de ajustes neoliberal de Carlos Andrés Pérez en 1989, y con el “viernes negro” de 1984 cuando el gobierno saliente de Luis Herrera Campins dio fin a la tasa cambio fija de 4,3 bolívares por dólar que predomino desde inicios de la década de 1960. 

Señalar al gobierno de aplicar medidas de ajustes ortodoxas, neoliberales, así como compararlo con los gobiernos antipopulares de la IV República, no sólo es una falacia sino un acto de cinismo, por parte de aquellos que han participado activamente en la elaboración tanto del programa económico que traía bajo el brazo el empleado Pedro Carmona Estanga, cuando encabezó el golpe de 2002, como del paquete de ajuste acordado por la élite de las fuerzas políticas que respaldaban a Capriles Radonsky. 

Colocar a las medidas cambiarias anunciadas el pasado viernes, en el mismo nivel de las políticas económicas que se instauraron a partir de la década de los 80, y del destapado programa económico de Radonsky, forma parte de una estrategia de manipulación mediática planificada desde los últimos meses. Ciertamente, en aquellos tiempos, las políticas económicas de ajuste neoliberal estaban orientadas a crear las condiciones adecuadas para la acumulación de capital, impulsada por las ganancias capitalistas y con el tutelaje de los organismos financieros internacionales y los representantes del capital financiero internacional (FMI, Banco Mundial, BID, calificadoras de riesgos y banca de inversión). Esto último, significaba una pérdida de soberanía en la elaboración de la política económica que, a la par, implicaba la entrega de los recursos petroleros al capital trasnacional. Si la de ellos era una estrategia de acumulación basada en el impulso de las ganancias, significaba que era altamente regresiva, afectando los ingresos y el empleo de los trabajadores. Ciertamente, lo que caracterizó a estas política fue su aversión a ajustar el salario mínimo, la promoción reformas laborales que flexibilizaron y precarizaron el mercado laboral, llevando a la ocupación informal a más de 50% de la totalidad de la ocupación. La consecuencia fue el deterioro profundo de los indicadores sociales debido al ensanchamiento de la desigualdad y de la pobreza. El modelo impulsado por los economistas de la del libre mercado, implica un resultado distributivo desfavorable a los trabajadores. 

Igual, el fin de semana, los economistas corporativos resaltaron el alto porcentaje del ajuste, al fijarse el precio del dólar oficial a 6,30 bolívares. La mayoría señaló que era un incremento fuerte y que esto afectaría el salario de los trabajadores. Esta rasgadura de vestiduras y la defensa a los trabajadores, es contradictoria con su complicidad, pública y notoria, en la estrategia especulativa desplegada principalmente por el capital financiero, y dónde estos economistas de la derecha han tenido un rol fundamental. Aunque alguno de ellos (Luis Vicente León), en un arrojo de sinceridad, dijo que el ajuste era insuficiente, es decir que si hubieran sido ellos, el incremento hubiese sido mayor. 

La necesidad del debate y la crítica revolucionaria en la política económica 

El modelo de crecimiento impulsado por el gobierno bolivariano apunta estratégicamente hacia la inclusión de la gran mayoría de la población (pobres, pobres extremos, sectores medios…), a través de la distribución popular de la renta petrolera. Como lo señalamos en el artículo anterior (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=163508&titular=devaluar-o-no-devaluar%85-%BF%E9ste-es-el-problema?-) es un modelo basado en el respaldo del ingreso familiar y en el empleo. Las políticas económicas que se han implementado han sido de manera soberana, sin la necesidad de un acuerdo con el FMI. Ni siquiera empezando el gobierno, en 1999, cuando el barril de petróleo estaba en 7 dólares, se acudió al FMI ni se aplico un ajuste ortodoxo. Lo que sin duda alguna, si haría el gobierno de la MUD si ganaba las elecciones. Tenemos como evidencia el acuerdo firmado por la élite de la MUD el año pasado, hecho público por un desertor de sus filas que denunció la agenda paralela que implica un plan de ajustes neoliberal. Este documento era un pacto con los grupos dominantes internos y extranjeros. Ese documento era una carta de intención con el FMI. Ellos iban a devaluar con más intensidad porque los intereses de su financistas así lo requerían, porque creen que esta es la única forma de corregir los desequilibrios. 

Salir criticando la devaluación desde la posición hipócrita de la derecha forma parte de su estrategia de sabotaje económico, y hay que tratar de enfrentarlos para evitar que siembren la confusión en las filas bolivarianas y en el seno del pueblo. 

Sin embargo, esto no debe inhibir la crítica desde las filas de la revolución y de las organizaciones populares. Por eso insistimos que las devaluaciones significativas que el gobierno termina aplicando, luego de un severo ataque cambiario, tienen ganadores y perdedores. Entre éstos últimos están los trabajadores. Las devaluaciones terminan creando un círculo vicioso de inflación-devaluación-inflación. Son incoherentes con el modelo económico promovido porque afectan el ingreso familiar y el empleo, al mismo tiempo que beneficia al capital financiero especulativo y parasitario. El salario laboral será afectado, y el hecho que esto lo digan los economistas de la derecha, no significa que sea mentira, sino que ellos por oportunismo se aprovechan de la coyuntura. El hecho es que ellos si harían una política económica a costa de los trabajadores, por convicción, por los intereses de clase que ellos defienden. 

Por otro lado, no tiene sentido defender la devaluación con los argumentos fondomonetaristas de “promover las exportaciones y disminuir las importaciones”, ni de “mejorar la competitividad”. 

El gobierno bolivariano posiblemente hará lo que ha hecho en las últimas devaluaciones, con respecto a los efectos nocivos sobre la población trabajadora. Es decir, aumentará el salario mínimo. Aunque hay un porcentaje importante de la población ocupada que no percibe el salario mínimo porque está laborando en el sector informal. Por tanto, hay que tomar medidas que atenúen la caída del ingreso y del consumo de las familias de los sectores populares y de los sectores medios. 

Hay que profundizar las medidas de carácter estructural que promuevan el logro de metas de producción agrícola y manufacturera; hay que fortalecer la capacidad de gestión y la eficiencia; hay que reducir el poder de los grupos emergentes que controlan el negocio de la importación, de los dólares y de las contrataciones públicas en complicidad con funcionarios del aparato del Estado; hay que disminuir el inmenso poder del capital financiero especulativo y de los bancos privados que están controlando el mercado paralelo; hay que apoyar a los que quieran producir para el mercado interno. 

La creación del Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario es un paso positivo, si este lleva a mejorar los niveles de eficiencia del control cambiario. Tal como señaló el Vicepresidente, Nicolás Maduro, si se mejoran los controles previos y posteriores CADIVI puede funcionar mejor. Si se crea un sistema integrado entre CADIVI, el SENIAT y el BCV se le daría un golpe al sector especulador que se ha enquistado en la economía. Este es uno de los anuncios más importantes, por lo tanto hay que tratar de que funcione. Un gobierno de la oligarquía, no dudaría en desmantelar el control de cambio cuanto antes. 

La medida de la apertura de las cuentas en dólares debe ser reconsiderada. Esto es un error porque promueve la dolarización de la economía. Se debe promover las cuentas en bolívares, para promover el ahorro nacional y no seguir expulsando al bolívar fuerte. 

Es importante que el debate sobre las medidas económicas recientes se lleve a cabo con un espíritu crítico-constructivo. El año pasado, algún asesor, con aliento derechista, recomendó el incremento del IVA. Y hasta el presidente Chávez llegó a anunciarlo, pero nunca esta medida se llevó a cabo. Seguramente, porque el presidente consideró los escritos que señalaban que este impuesto era incoherente con una política económica dirigida a promover el mercado interno, la distribución del ingreso y la producción nacional.

Apuntes sobre las medidas cambiarias

Norberto Bacher - www.aporrea.org




1 – En la tarde del 8 de febrero el gobierno venezolano anunció una serie de medidas financieras cuyo punto nodal es la modificación de la relación cambiaria del bolívar (bs) con relación a la moneda internacional dólar (u$), que pasó de la paridad vigente hasta ese momento de 4,30 bs por dólar a una nueva, que se fijó en 6,30 bs por cada unidad monetaria extranjera, es decir que se produjo una devaluación del 46,5 %.


2 – Cabe recordar que no es la primera devaluación que realiza el gobierno bolivariano desde que se estableció el régimen de control cambiario en 2003. Tampoco es la de mayor magnitud de las realizadas desde que se estableció ese control. Sucesivamente se pasó de una equivalencia de 1,90 bs/u$ a otra de 2,15 bs/u$, para finalmente saltar en febrero de 2010 a los 4,30 bs/u$, que estuvo vigente hasta el presente y que en su momento representó un salto del 100%. 


3 – Según declaraciones del Vicepresidente Maduro inmediatas al anuncio de la medida cambiaria, la misma fue una forma de respuesta a la especulación desatada con el dólar en el llamado “mercado paralelo o negro”, donde desde hace varios meses esa moneda se transaba a más del cuádruplo de su valor oficial, lo cual era público y notorio. También explicó Maduro, con bastante detalle, que la principal fuente de los dólares que alimentan a ese mercado, no es otro que las maniobras de sobrefacturación utilizadas por los importadores, especialmente los que reciben grandes montos, que en lugar de aplicarlos a los fines para los cuales CADIVI se los otorga al valor oficial, reciclan buena parte de los mismos en ese mercado ilegal, obteniendo ganancias extraordinarias.


4 – Sin embargo estas maniobras cambiarias denunciadas por el Vicepresidente no podrían ser ignoradas por el Estado ni son recientes. Por ejemplo, con motivo de la anterior devaluación escribíamos:


“Los hechos demuestran que ese mercado negro del dólar fue alimentado indirectamente por el propio Estado a través de los dólares otorgados al precio oficial a los importadores, quienes realizaron todo tipo de maniobra de sobrefacturación sobre el valor real de esas importaciones, especialmente las multinacionales en complicidad directa con sus casas matrices, y mediante triangulaciones bancarias reciclaron en el mercado negro los excedentes de dls que quedaban en sus manos después de pagar lo realmente importado. Esos sectores burgueses dispusieron así de una masa de dls para venderlos casi al triple de los 2,15 BsF por unidad al que lo habían recibido del Estado. También sectores de la banca privada se sumaron a esas maniobras mediante transacciones financieras más complejas”. (NB “Las dos caras de la Revolución” febrero 2010). 


Es obvio que en este punto los servicios de seguridad financiera del Estado deberían manejar informaciones mucho más contundentes que las de un simple observador y militante político. Cabe agregar que desde aquella fecha en que el precio del dólar se fijó en 4,30 bs nunca se transó a menos de 8 bs en el mercado ilegal.


Es decir que, por una u otra razón, hubo decisión política de tolerar ese manejo marginal del dólar especulativo, sin afinar los órganos de control ni avanzar radicalmente contra la sobrefacturación por 3 años, hasta que la magnitud que cobraron las maniobras se convirtió en una amenaza para las variables macroeconómicas, en particular la inflación.


¿Una nueva muestra de la burocracia estatal a la cual Chávez exigió combatir en su alocución del 20 de octubre pasado? (Ver “Golpe de Timón” ) 


5 – De hecho ese riesgo inflacionario como impulsor de las recientes medidas lo admitió el presidente del BCV Dr. Merentes al anunciarlas en una conferencia de prensa. Explicó que la especulación cambiaria presiona al alza sobre todos los precios internos, aún sobre los de aquellos productos que no tienen componentes importados.


Ninguna devaluación es socialmente neutra. La devaluación monetaria se refleja en un cambio de los precios relativos de todas las mercancías, que afectará a todos los productos y servicios, aún los de aquellos que no dependen directamente de los dólares para importarlos. Esto último se debe al conocido “efecto arrastre”, donde se verifica lo que señaló Marx en su momento, que todo comerciante es un especulador potencial.


Esta situación ya la vive la población en los tres últimos meses y se reflejará en el índice inflacionario de enero. De no corregirse rápidamente amenaza a las metas inflacionarias que el gabinete económico fijó para este año, que deberían seguir la línea descendente lograda en 2012, ya que se espera mayor crecimiento económico.


6 – El paso de un régimen cambiario de libre cotización a uno controlado y fijado por el Estado en 2003 fue una decisión forzada que se impuso en un momento crítico de la revolución, ante la fuga de divisas que amenazaba con vaciar al Banco Central, por los embates del sector capitalista contra un gobierno que no respondía a sus intereses sino a los de las capas más pobres del pueblo. Igualmente cada una de las sucesivas devaluaciones posteriores también fueron respuestas obligadas del Estado frente a nuevos ataques financieros especulativos de los grandes sectores capitalistas que operan en la economía nacional. La devaluación actual no escapa a esa regla y políticamente debe entenderse así.


Es decir que se inscribe en el marco de la aguda lucha de clases que cruza a la sociedad venezolana desde hace más de veinte años y en particular desde que Chávez asumió el gobierno, hace catorce años.


7 – En este sentido es una medida defensiva que toma el gobierno bolivariano frente al enorme peso que aún conservan las relaciones capitalistas en la economía, es decir en el corazón estructural de la República. Puede y debe discutirse si era la única opción posible. Pero fundamentalmente es necesario dilucidar si esta nueva devaluación servirá para lograr lo que las anteriores no pudieron, ganarle la pulseada a los capitales especulativos que periódicamente fuerzan a este tipo de medida.


Lo más gravoso para un proceso revolucionario que se propone avanzar hacia el socialismo no es el enriquecimiento de estos sectores capitalistas a costa de las arcas públicas – hecho en si preocupante además de delictivo – sino que se refuerza en la conciencia pública la idea que las presiones de “el mercado” inexorablemente terminarán por imponerse frente a cualquier regulación de Estado, sea en la relación cambiaria, en el control de precios, en las relaciones laborales, etc.


8 – Esta suerte de burla sistemática a la norma del Estado se convierte también en un jaqueo ideológico a una de las premisas para la transición al socialismo, que necesita de un Estado no sólo eficiente en términos de realizaciones cotidianas, sino capaz de concentrar y sintetizar la voluntad política de las mayorías populares para someter a las clases explotadoras que no se resignarán mansamente a renunciar a ningún espacio de poder, como ya lo ha experimentado el pueblo venezolano a través de sucesivos episodios. Con especial tenacidad defenderá el predominio económico que aún conserva y es vital para su subsistencia como clase dominante.


Al daño material que estas maniobras cambiarias provocan en la economía se le suma el daño ideológico que hacen al descalificar al Estado de la transición, órgano imprescindible hasta que el pueblo sea poder.


La derecha no dejará de aprovechar los efectos negativos de la devaluación para el contraataque político y amortiguar hasta donde pueda sus recientes derrotas. La presión inflacionaria que se acentuará en los próximos días será una amenaza sobre los ingresos de amplios sectores de la población, que le servirá a la derecha para reforzar su prédica que esos efectos negativos se deben a que la única economía sana y posible es la que se sustenta en la “libertad de mercado”, que es su verdadero y único programa. 


9 – Esta situación de defensiva en que queda el proceso revolucionario en la esfera financiera y económica contrasta con el desarrollo de una línea general de ofensiva política que anuncia el alto mando político bolivariano contra las clases explotadoras, nacionales y sus aliados externos, en particular el imperialismo yanqui. Línea que es posible y necesaria en la coyuntura actual y que se revitalizó gracias a los grandes y recientes triunfos electorales de octubre y diciembre. El comandante Chávez la delineó en sus grandes trazos en su conocida intervención, posteriormente publicada con el nombre de “Golpe de Timón” 


10 – De esta contradicción las fuerzas de la revolución deben sacar conclusiones. Una de ellas es que resulta evidente que, así como los aparatos políticos de las clases explotadoras muestran enormes debilidades y dificultades para cooptar y movilizar a sectores populares, incluidos parte de la estructura militar, lo que les permitiría el intento de recuperar el control del Estado, del lado de la revolución se muestran grandes limitaciones para neutralizar primero y doblegar después definitivamente el espacio que es propio y determinante del capitalismo: el de la producción y en forma más general el de toda la economía. Sin ganar esta larga batalla no habrá socialismo.


11 – La experiencia histórica enseña que no es sencilla ganarla ni tendrá resolución inmediata, como ocurre en otros frentes de lucha, como el electoral o en la lucha de calle, p.ej. Es un combate que ni siquiera se circunscribe al ámbito nacional, por la sencilla razón que el capitalismo local es subsidiario del capitalismo internacional a través de lazos visibles y otros no tan visibles, que le insufla aire y fuerzas día a día.


Por eso las políticas de alianzas latinoamericanas de la Revolución Bolivariana, además de raíces históricas y justificadas razones de solidaridad con pueblos hermanos, tienen una proyección de largo plazo, estratégica. Es notorio el terreno ganado en este punto en relación a los años iniciales del gobierno bolivariano, cuando la casi totalidad de los gobiernos continentales se alineaban en forma irrestricta y permanente con las políticas neoliberales y los dictados de Washington, a pesar que todavía los aliados naturales de la Revolución Bolivariana, que son las masas más pobres y explotadas, no detentan el control de sus respectivos gobiernos.


La motivación más profunda de la revolución para forjar estos distintos niveles de alianzas (CELAC, MERCOSUR, ALBA) es la necesidad de crear a escala regional un escenario más favorable para el enfrentamiento con las poderosas fuerzas internacionales, empezando por el imperialismo yanqui, que son las que apalancan a la burguesía interna, la estimula a retomar el control del Estado venezolano y le facilita acciones – entre tantas otras – como las maniobras cambiarias, que forzaron la reciente devaluación del bolívar.


12 – Los efectos económicos de una devaluación monetaria son bien conocidos, pero no pueden verse por fuera del contexto concreto de la coyuntura nacional. Un rápido examen de algunas de esas variables desmiente a quienes con ligereza – más allá de sus intenciones políticas – pronostican efectos catastróficos para los próximos meses. 


En primer lugar cabe señalar que el contexto general de la economía venezolana a principios de 2013 es mucho más favorable que el que existía en 2010, cuando se produjo la última devaluación del 100%. En aquel momento se venía saliendo de una fase recesiva como consecuencia de los embates de la crisis mundial, que afectaron negativamente los precios petroleros. Por el contrario, ahora se está en una fase expansiva de la economía de casi tres años, con perspectivas de prolongarse por el efecto multiplicador de las grandes inversiones del Estado, tanto en el área de vivienda social, con incidencia directa en mayor ocupación y demanda de bienes, como en inversiones a largo plazo en distintas ramas de la producción (siderurgia, cemento, mecanización del agro, petrolera, etc).


En segundo lugar no hay perspectiva a corto plazo que se derrumben los precios petroleros, determinantes para toda la economía nacional; antes bien, un agravamiento de la crisis política en Medio Oriente podría actuar en sentido opuesto, elevándolos más.


En tercer lugar, es conocido que la carga de la deuda pública venezolana es controlable con los ingresos corrientes del país, ya que el pago de la que está nominada en dólares, tanto de los intereses como la amortización de capital, representa aproximadamente un 5 % de los ingresos de las divisas petroleras y la deuda interna, que está nominada en moneda nacional, representa un bajo porcentual del PIB nacional 1


En cuarto lugar, las posiciones en reservas del BCV2, que incluyen los 17.000 millones de u$ de oro depositados en sus bóvedas, son sólidas y suficientes para enfrentar la actividad corriente y prevenir ataques especulativos. Esas reservas han sido reforzadas por una reciente resolución del gobierno, por la cual PDVSA va a derivar hacia las reservas del BCV una alícuota mayor de sus ingresos en divisas.


En quinto lugar, el sector bancario y financiero privado ha sido saneado tras la quiebra de varios bancos y aseguradoras en los años 2009


En sexto lugar, desde la devaluación de 2010 ha crecido en forma significativa el sector de la economía – productivo, comercial y financiero – bajo control del Estado, aunque una parte de él todavía es subsidiado y muestra serias ineficiencias.


Podrían enumerarse otras variables positivas, aunque no puede ignorarse la enorme presión del mercado capitalista que atraviesa a todas las actividades, incluidas las que están en manos del Estado. Esta presión negativa y onerosa para la economía venezolana tiene una de sus peores manifestaciones en la fuga de capitales, asociada también a maniobras cambiarias, frente a la cual los instrumentos en manos del Estado aparecen hasta ahora como impotentes. 


13 – Las fuerzas revolucionarias tampoco pueden caer ingenuamente en la trampa de la derecha que intenta presentar la devaluación como un “paquetazo”, es decir una política de “shock” al estilo de las medidas tradicionales propiciadas por el FMI y que tan terribles secuelas ha dejado en la historia reciente del país. Ese pasado retorna a la memoria colectiva si se observa lo que está ocurriendo en la actualidad en países europeos como Grecia, España y otros.


Si bien es cierto que casi siempre las políticas de “shock” contienen una devaluación monetaria, lo inverso es falso. No toda devaluación está inexorablemente asociada a esas políticas neoliberales. Lo prueban las anteriores devaluaciones producidas por el gobierno bolivariano. En ningún momento se dejó de apuntalar e incrementar la inversión social y desarrollar desde el Estado políticas pro-activas para aumentar la producción y con ello el empleo, aún a costa de incrementar el gasto público. Esto va a contramano de las tradicionales recetas fondomonetaristas, que estaban ocultas en el discurso del majunchismo derrotado en octubre, pero escritas por sus asesores en el programa que tenían preparado para aplicar si se encaramaba en el gobierno.


Esto no niega los distintos efectos que la devaluación tendrá, algunos negativos y es necesario examinarlos para enfrentarlos.


14 – El efecto inflacionario de la devaluación se hará sentir de forma inmediata, aunque no necesariamente en la proporción del 46,5 %, acortando la capacidad adquisitiva del sector de la población que tiene ingresos fijos, fundamentalmente provenientes de salarios, jubilaciones, pensiones, que es una mayoría y no puede trasladar los mayores costos a terceros, como seguramente lo harán quienes prestan servicios o el comercio minorista, incluido el llamado informal.


Aún antes de producirse la devaluación los mecanismos de control y sanciones del Estado para enfrentar las alzas especulativas, entre ellos INDEPABIS, se han mostrado absolutamente insuficientes para frenarla. La experiencia histórica enseña que con más inspectores no se soluciona este problema. Cuando actúa el control a través del poder popular, que se ha desarrollado insuficientemente en este aspecto, sólo puede acceder a los extremos terminales de las cadenas de comercialización. Pero es necesario golpear a quienes generan los precios en los grandes acopiadores de productos importados y en los que son de manufactura nacional en los centros de producción. Es hacia allí donde el Estado debe concentrar la artillería de sus controles, endureciendo si es el caso las sanciones y fundamentalmente asociarse con los trabajadores de esas empresas, con sus organizaciones, para impulsar el control de costos a través de los trabajadores mismos y no sólo a través de las declaraciones de los libros respectivos. La antigua experiencia del control obrero de la producción debe reactivarse en las condiciones concretas de la realidad nacional, del nivel de organización de los propios trabajadores y de su compromiso consciente con la defensa de la revolución.


15 – En contra de lo que dice la derecha, especialmente en la prensa internacional, el alivio de la deuda interna estatal nominada en bolívares no parece que haya sido la causa central que impulsó al gobierno a realizar la devaluación. Sin embargo ésta será una sus consecuencias beneficiosas para el fisco. El Estado necesitará invertir un 46,5 % de dólares menos que antes para pagar el mismo monto de deuda en moneda nacional, con lo cual se beneficia en la misma medida que se perjudican sus acreedores, sean grandes capitales o pequeños prestadores de servicios al Estado. En este punto el Estado debiera distinguir entre ellos. Un trato similar al momento de pagar deudas atrasadas puede encubrir grandes injusticias.


Para los grandes capitales absorber ese costo es sólo achicar sus ganancias; en cambio para los pequeños, como las cooperativas, en muchos casos pueden poner en riesgo la posibilidad de seguir operando. El Estado debiera darles un trato preferencial a estos pequeños acreedores, reconociendo mayores costos al momento de cancelar la deuda, no sólo para mantener la viabilidad económica de muchas de estas pequeñas unidades de trabajo social, sino fundamentalmente para afianzar una alianza de clases, que es una necesidad vital para la fortaleza del proceso revolucionario. En este, como en tantos otros casos, la visión socialista de justicia no tiene nada que ver con un igualitarismo ramplón. Igualmente parte del ahorro del Estado en sus pagos internos debiera contribuir a un fondo para compensar la pérdida salarial de los trabajadores. 


16 – Otros beneficiarios de la devaluación serán las empresas nacionales con capacidad para exportar. Medidos en dólares sus costos de producción, que se cubren con la moneda nacional, se abaratan. Con ello se hacen más competitivos en los mercados externos y pueden intentar colocar allí sus productos. Adicionalmente, en una medida complementaria, el gobierno aumentó en un 10 % a los exportadores la asignación de los dólares que ingresan al país por sus ventas al exterior. Anteriormente de cada 100 u$ que traían podían quedarse con 30, pasando a partir de ahora a 40 u$, que podrán retener para si. Además se ampliará las posibilidades de abrir cuentas bancarias en dólares para diversos sectores de la población, así como de ingresarlos al país a quienes los tienen en cuentas bancarias externas. 


En conjunto estas medidas tienden a incentivar a los empresarios locales que producen bienes no petroleros para que generen saldos exportables, en primer lugar con la mirada puesta en el MERCOSUR. Pero en general se enmarca en un concepto proteccionista para el impulso de un “capitalismo nacional”, un viejo sueño de una parte de las corrientes reformistas latinoamericanas, que a lo largo de más de ocho décadas de experiencias ha mostrado más fracasos que éxitos. Es seguro que la intención de estas medidas es seguir apuntalando el crecimiento en términos del PIB. Hay más incertidumbre en suscribir que la conjunción de un fuerte sector estatal de la economía con un capitalismo nacional en ascenso es la ruta a transitar hacia el socialismo del siglo XXI.


Al respecto cabe recordar que con la anterior devaluación en 2010 uno de los argumentos centrales que la explicaban era la necesidad de estimular las exportaciones no petroleras. Simultáneamente se abrieron a esas empresas líneas de créditos estatales, a tasas subsidiadas, para inducirlas a aumentar su capacidad productiva. Para el conjunto de la sociedad aún queda pendiente un balance público de aquella experiencia de tres años atrás, para ver si se justifica insistir con los mismos instrumentos o hay que buscar otros senderos menos transitados.


En tiempos de revolución que mira hacia el socialismo ese balance es el primer e indispensable paso para la autocrítica colectiva. Un paso ineludible para construir el poder popular que exige el Comandante Chávez. La mayoritaria bancada revolucionaria de la Asamblea Nacional debiera tener algo que decir sobre esto. También las organizaciones de trabajadores que son protagonistas directos de la producción de bienes. 


17 – La devaluación encarecerá las importaciones. El Estado La creación de un nuevo organismo estatal de control para el manejo de las divisas, al cual se subordinará el actual – CADIVI – es un indicio que para el gobierno bolivariano llegó el momento de dar un giro sustancial en el control del mercado cambiario. Para cerrar el grifo que alimenta el mercado ilegal de divisas el nuevo organismo implementará dos tipos de medidas. Una de ellas es hacer un seguimiento de la ruta de los dólares asignados a cada importador, para que efectivamente se transformen en productos que ingresan, verificables. Así se podrá asignar un margen acotado de ganancia al importador y un precio final al producto. La experiencia indicará si con estos controles más rígidos – que inexplicablemente no se ejercieron hasta ahora – se podrá desarticular la trampa de la sobrefacturación, especialmente entre las subsidiarias de casas matrices extranjeras, como multinacionales automotrices por caso, que al comprarse a si mismas siempre tendrán mayores posibilidades de fijar sobreprecios y quedarse con una parte de dólares subsidiados en sus bolsillos, para revenderlos. 


La nacionalización del comercio exterior sería un camino mucho más seguro y eficiente para ejercer ese control y abortar cualquier tipo de maniobra, porque no asigna dólares a los importadores sino que el Estado se reserva ese derecho. Pero es evidente que los nexos poderosos que aún atan las estructuras del Estado a los grupos del capital pesan más que la disposición radical de los hombres que gobiernan. Sin embargo debe celebrarse que comenzó a plantearse el problema en sus justos términos y el desarrollo inexorable de la lucha de clases orientará en esa perspectiva.


La segunda medida que pondrá en práctica el nuevo órgano de control del manejo de las divisas está largamente demorada. Se calificará a las mercancías cuya importación se autorizarán con dólares preferenciales según las necesidades sociales. La República no puede seguir gastando divisas, aun habiendo existencia de las mismas, en importar mercancías de escasa significación social o directamente suntuarias, habiendo tantas necesidades pendientes. El criterio de priorizar lo humano, de la necesidad social, colectiva, es propio del socialismo y debe orientar todas las actividades de la sociedad, entre ellas a las de la economía. También debe celebrarse que comience a ser el eje orientador de un área donde imperaba hasta ahora la ley de la oferta y demanda. 


Una vez calificados esos rubros de importación sería necesario que aquellos que se declaren de primera necesidad o estratégicos sean protegidos de cualquier intento especulativo por una legislación especial. Quienes especulen con las divisas asignadas para importar esos bienes o simplemente lo retengan por mera especulación comercial deberían ser sancionados con las mismas leyes que se pena a quienes atentan contra la seguridad nacional y mediante un régimen procesal de ejecución sumaria. Nuevamente la mayoritaria bancada revolucionaria de la Asamblea Nacional tiene la palabra.


FINAL – Para el proceso revolucionario el desafío no es sólo frenar el daño material que las fuerzas contrarrevolucionarias hacen a la economía con medidas contingentes, como las que se acaban de anunciar. Medidas que en un sentido deben ser entendidas como un paso atrás, pero deben ser bienvenidas si preparan el salto adelante en un campo donde todavía las fuerzas del capital son hegemónicas.


Hoy ese salto es más factible que unos años atrás, entre otras razones porque las fuerzas internas de la revolución se han fortalecido, pese a la ausencia temporal de Chávez, en tanto que las de contrarrevolución tienen cada vez menos credibilidad en las amplias masas y cada vez más se sustentan y financian en las fuerzas más oscuras de un capitalismo mundial que avanza ciegamente hacia un futuro que ya no controla. 


10 de febrero de 2013


1 Para más detalles ver Mark Weisbrot y Jake Johnston ¿ Es sostenible la recuperación económica de Venezuela? Center for Economic and Policy Research www.cepr.net – Setiembre 2012


2 Estados Financieros del Banco Central de Venezuela al 31.12.2012, publicado el 08.02.2013 periódicos nacionales


jota.sanrod@gmail.com

Inauguran exposición sobre héroes y heroínas

Caracas, 30 de enero de 2013 (Centro de Saberes Africanos).-En el marco de la celebración del II aniversario del Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora (Centro de Saberes Africanos) el Viceministro de Relaciones Exteriores para África, Reinaldo Bolívar, inauguró este miércoles la exposición “África va a tu escuela con los héroes y heroínas de la africanidad en Venezuela”.

Durante el acto celebrado en la Fundación El Niño Simón de Macuto, estado Vargas, el también Director de Centro de Saberes Africanos destacó que es importante que los niños conozcan a los grandes hombres y mujeres de la descendencia africana que contribuyeron con la independencia y consolidación de la libertad y soberanía en Venezuela.

El Gobernador del estado Vargas, Jorge García Carneiro, quien también estuvo presente en el evento agradeció al Viceministro para África por “su labor para dar a conocer a África y las raíces que son parte de nuestro ser y de nuestra fuerza como venezolanos”.

Aprovechó la ocasión para entregar un reconocimiento al Centro de Saberes Africanos por sus dos años de labor difundiendo los asuntos relacionados con África y su Diáspora.

La actividad fue amenizada por los estudiantes de las escuelas Básica Guaracarumbo y Francisco Fajardo, quienes entonaron las notas del himno nacional y danzaron al ritmo del baile del“Manduco”.

En la instalación de la exposición también estuvieron presentes el Diputado Simón Escalona, el Secretario de Educación, Jesús Rivero, el coordinador de la Cátedra Flotante de Venezuela, Ignacio Laya, y directores de otras instituciones educativas de la entidad regional, funcionarios del Despacho para África y padres y representantes.

La exposición está conformada por 12 imágenes con reseñas biográficas de Matea Bolívar, Hipólita Bolívar, José Leonardo Chirino, Leonardo Infante, Pedro Camejo, Marta Cumbale, Francisca Paula Aguado, José Tomás León, José Joaquín Veroes, José Ascensión Ferreras, Inés María Páez y Gerónimo Guacamaya.

Esta misma exhibición también fue inaugurada en la escuela Ocumare de Ocumare del Tuy, estado Miranda, por los embajadores designados de Venezuela en República del Congo, Norma Borges, y Sudán, Aníbal Márquez.

En la escuela Ocumare estuvo presente también el Coordinador de Educación Intercultural de la Zona Educativa del eje Valles del Tuy del estado Miranda, José Ismael Lozada y un gran número de personas de la comunidad y localidades aledañas.

La pequeña Stephanie Rodríguez fue la encargada de dar la bienvenida a los presentes, lo cual hizo en idioma swahili, lengua africana hablada en Kenia, Tanzania y Uganda, dialecto en el que además felicitó al Centro de Saberes Africanos por su segundo aniversario.

Para más información de esta y de otras actividades puede visitar nuestro espacio digital http://saberesafricanos.wordpress.com
Por Janite Fuentes

Un grano de maíz-MADURO Y CABELLO (Miércoles 06-02-2013)

El gobierno revolucionario denunció en días pasados la preparación de atentados contra Maduro y Cabello. La noticia despertó la burla de la oposición y tuvo repercusiones en nuestras filas. El suceso merece estudio.
Creemos en la gravedad de la noticia, no la desestimamos, nos preocupa la protección de nuestros líderes, ya atentaron contra Chávez: su enfermedad fue sembrada. Confiamos en los cuerpos del Estado encargados de la tarea. El resguardo policial, militar, es una parte importante de la operación de protección, pero lo fundamental es la movilización organizada, consciente, de la masa chavista. Disuadir a la oligarquía.
La sola intención de los atentados es, como dice el Comandante Chávez, el látigo de la reacción que ayuda al avance de la Revolución. Los oligarcas están dispuestos a todo por truncar a la Revolución, mientras avancemos ellos mostrarán su cara fascista. Su simulación democrática es una hipocresía que reservan para cuando estén en el poder.
¿Qué hacer?
La mayor defensa para nuestros líderes, hoy amenazados, es profundizar el Socialismo, delinearlo sin ambages, desechar los coqueteos con el capitalismo. En resumen, delimitar los campos, poner la batalla en su justo lugar: que todo el mundo sepa en qué campo ubicarse y por qué lo hace. Así tendremos una fuerza moralizada, capaz de disuadir al fascismo de cualquier aventura. Que sepa el oligarca fascista, como dijo Fidel, que la aventura tendrá un costo tan grande para ellos que no lo podrán pagar.
El enemigo debe saber de nuestra unidad fraterna, maciza, que si tocan a alguno de nuestros líderes estarán tocando a todo el pueblo chavista, el proceso no lo pararán con intriguillas ni atentados, al contrario, desatarán una fuerza telúrica que conmocionará al Continente. Recordemos a Gaitán y al Bogotazo. El enemigo debe saber que no somos cretinos para caer en trampitas cocinadas en el norte, el chavismo está blindado contra maniobras.
Tomamos en serio las amenazas de los atentados, nos alertan de las intenciones oligarcas. No podemos esperar más, es necesario profundizar ya, construir Socialismo con más Socialismo, concientizar a la masa, construir conciencia socialista con Socialismo, estimular la nueva relación fraterna entre nosotros, estimular la nueva ética, establecer en el alma la nueva moral, apoyarnos en la Conciencia del Deber Social.
Esta es la mayor contribución a la protección de nuestros líderes. Pero si se atreven, ese día quedará inscrito en la historia como el instante cuando comenzó una nueva etapa para Venezuela y para la humanidad, cuando el pueblo liberó su fuerza destructora de lo viejo y constructora de lo nuevo, y definitivamente dio al traste con el sistema capitalista, la liberación del humano tomó vías definitivas de redención.
¡Frente a toda amenaza, más Socialismo! ¡Solucionar con Socialismo! ¡Al capitalismo ni tantico así! ¡Nada político, nada económico! ¡Transformar a los Consejos Comunales, a los Comités de resteaos con Chávez y a los sindicatos, en formidable fuerza política defensora de la Revolución, que es defenderse a sí mismo!¡Con Chávez siempre!

Un grano de maíz-MADURO (Martes 05-02-2013)

La estrategia oligarca es clara, se trata de enfilar baterías contra Maduro, aislarlo, debilitarlo, dejarlo solo. Apelan al egoísmo, que nadie reaccione (como aquel poema de Bertolt Brecht) hasta que ya sea tarde. Así piensan debilitar al proceso, descabezarlo, abrir brechas en la dirección ¡Se equivocan!
Los oligarcas todo lo ven a través del egoísmo, del individualismo, no pueden entender otro sentimiento, la solidaridad les es extraña, la hermandad es desconocida, el amor sólo a lo metálico, a lo que brille. Veamos.
Maduro es un revolucionario, y la Revolución no abandona a sus hijos. Maduro es continuidad de la corriente libertaria que desde Bolívar, Zamora, lucha en estas tierras. Pertenece a la tradición de Fabricio, de Argimiro, de Américo Silva, de Jorge Rodríguez, del Bachiller, de Iracara y Cantaura, del 4 de Febrero, de Abril, de Diciembre. Representa legítimamente a estos héroes y a estas gestas. Corren por sus venas los sueños de los que un día se fueron a las montañas a concretar las esperanzas de este pueblo irredento.
El Comandante lo designó para la dificilísima tarea de dar la cara por la Revolución en momentos azarosos. Y así, nosotros, sin mezquindades, sin remilgos de ninguna especie, lo reconocemos, lo apoyamos. Con Maduro seguimos ¡Irreverencia y lealtad!
Los oligarcas, en su mirada estrecha, se confunden con la Revolución, por eso es posible derrotarlos, ignoran los cambios de la historia, se encierran en la cárcel de lo establecido y no ven el sol del futuro, no perciben el movimiento de la vida, la congelan en su sistema nefasto.
La oligarquía analiza desde la miopía, con la cortedad de los fanáticos, todo lo que Maduro y la Revolución dicen lo traducen a maniobra, a trácala, no pueden, no saben hacer otra cosa. La advertencia de que "si siguen los acaparamientos el pueblo saldrá a la calle", la entienden como un ardid electoral, o como la búsqueda de una imagen de radical que por lo demás no necesita. La Revolución es radical y confiere a sus dirigentes este radicalismo, no necesitan crearse imágenes.
Cuando Maduro dice "el pueblo saldrá a la calle", hace una advertencia y además una alerta para la masa.Pero ahora no se repetirá el 27 de febrero, no será un motín que le sirva a la reacción de excusa para una asonada militar con ayuda del exterior ¡No! Ahora el pueblo está organizado, tiene líderes, sabe lo que tiene que hacer. Si siguen por el camino de desestabilizar, la fuerza revolucionaria saldrá a la calle y del capitalismo no quedará piedra sobre piedra, del régimen burgués no quedará nada en pie. Profundizaremos, se cambiará todo lo que haya que cambiar para proteger a la Revolución, se dará una lección de disciplina, de orden, y de firmeza.
Si se meten con Maduro, con Cabello, con Jaua, con Ramírez, con Jorge Rodríguez, con Arias… con cualquiera de nuestros líderes, desatarán la tormenta que no cesará hasta ver enterrada la estructura oligarca.
¡Con Chávez es Con Maduro!

Un grano de maíz-EL CARÁCTER DE LA CONFRONTACIÓN (Domingo 03-02-2013)

El carácter de la confrontación definirá la calidad de las acciones. De la comprensión de esta relación dependerá el triunfo revolucionario. La clara delimitación de los campos es paso ineludible para la victoria. Bolívar temprano entendió esta urgencia, aprendió de las derrotas, y con el decreto de Trujillo en 1813, que algunos historiadores llaman ligeramente "Decreto de Guerra a Muerte", deslinda los campos claramente. En realidad es una obra maestra de precisión política de los bandos en pugna.
En la democracia burguesa la confrontación es una opereta, el sistema capitalista no peligra, al contrario, está protegido por esa fabulosa válvula de seguridad que son las elecciones burguesas. En estas condiciones surgen las llamadas "oposiciones serias", "comedidas", "responsables", que no son más que el otro brazo de la tenaza de la dominación oligarca.
Cuando en ese cuadro político que sólo simula la pugna se cuela una posición insumisa que pone en peligro la hegemonía del sistema capitalista, entonces la confrontación toma otro carácter, ya no se trata de una escaramuza dentro del sistema, si no una posibilidad revolucionaria, el capitalismo cruje, aparece una alternativa. El campo oligarca rápidamente detecta a su enemigo y su objetivo es derrotarlo, en ese empeño sacrifica toda ley, toda consideración ética, ya no hay más medida que la protección del sistema de depredación, ya no hay "oposición fundamentosa", sólo enemigo irreconciliable. Aparece descarnada la lucha de clases, dos proyectos están en guerra.
Esta es la situación en Venezuela, la oligarquía definió su campo en abril y con el sabotaje petrolero, son antichavistas, no hacen concesiones en este punto. Podemos decir, aunque parezca paradójico, que los burgueses nos conocen mejor que nosotros mismos, nos enfrentan radicalmente en todos los campos. Su alma nos reconoce enemigos, cuando aparecen amables es preparando un manotazo. Cuando hablan de dictadura, cuando no aceptan al gobierno o califican a Chávez de lo que se les ocurra, están definiendo los campos, moralizando a su base.
Nosotros debemos diferenciarnos también radicalmente, en el alma, en la conciencia, para eso debemos dejar claro la naturaleza de nuestra relación con los capitalistas de adentro y de afuera. Dar nitidez a nuestra ideología, a la teoría, tener fe en el Socialismo como solución a los problemas de la Revolución, no correr como gallina despescuezada tras el capitalismo a la primera dificultad. Entender que las crisis del Socialismo se resuelven con más Socialismo.
Es esencial en una Revolución la definición clarísima de los campos, las diferencias deben establecerse con precisión, que no queden dudas de que se trata de dos campos radicalmente enfrentados. 
En la Revolución violenta la definición la hace la trinchera, la barricada, los frentes militares, es hasta geográfica. En contraste, en las Revoluciones pacíficas, la definición exige de los dirigentes un comportamiento, unas declaraciones que no dejen incertidumbres de la pertenencia a un campo enfrentado al capitalista. Exige un programa y una acción que contraste con el plan oligarca, más allá de la retórica.¡Con Chávez, Irreverencia y Lealtad!